La actriz estadounidense Shannen Doherty ha fallecido a los 53 años de edad tras un fatal cáncer con el que convivía desde 2015. Leslie Sloane, publicista de la actriz, confirmó su fallecimiento el pasado sábado 13 de julio a través de sus redes sociales. Aunque a los más jóvenes puede que no les suene, Doherty fue una prolifiquísima actriz que dedicó más de cuatro décadas de su vida a la industria entre cine y series de televisión. La norteamericana siempre fue alguien con quien los espectadores podían identificarse en la pantalla, a través de complejos personajes muy queridos por el público.
Nacida en Memphis y con ascendencia irlandesa, Doherty empezó a actuar desde niña con apariciones en varias series de televisión antes de unirse al wéstern ‘La casa de la pradera’ en el papel de Jenny Wilder a los 11 años en 1982. Su primer rol importante en cine llegó en 1985 con ‘Las chicas sólo piensan en divertirse’, junto a Sarah Jessica Parker y Helen Hunt. Tres años después, interpretó a Heather Duke en el drama adolescente de culto ‘Heathers‘ (más conocida por su nombre en inglés, que al castellano se tradujo como ‘Escuela de jóvenes asesinos’), donde compartió pantalla con Winona Ryder.
El ‘break’ de Shannen Doherty le llegó a la temprana edad de 19 años
En 1990, Doherty consiguió el papel más importante de su carrera: Brenda Walsh en la ‘Sensación de vivir’ original. La serie de televisión seguía a un grupo de adolescentes mientras lidiaban con problemas familiares y amoríos, con un fantástico Beverly Hills como telón de fondo. Mientras trabajaba en el programa en la década de los 90, la actriz desarrolló una reputación de alborotadora, con informes que la acusaban de disputas acaloradas con varios de sus compañeros de reparto.
«Tal vez mi carrera habría tomado una dirección diferente si hubiera sido más sabia y mayor, pero no lo fui. Comencé joven y logré éxito con ‘Sensación de vivir’ muy temprano. Aquello llegó en un momento de mi vida en el que era una niña aterrorizada», en palabras de la propia actriz.
Doherty abandonó la serie para lidiar con la fama de forma más privada; y a partir de 1998, protagonizó ‘Embrujadas’ en el papel de Prue, la décima mejor bruja de la televisión. ‘Embrujadas’ fue todo un éxito: es una serie dramática de fantasía sobrenatural sigue a un trío de hermanas, todas brujas, que defienden la rectitud en frente de múltiples enemigos practicantes de magia negra. Doherty también incursionó en el mundo de la telerrealidad cuando apareció en ‘Bailando con las estrellas’ en 2010, lo que le hizo recobrar algo de fama tras unos años de parón.
Retomó el papel de Brenda Walsh en ‘Sensación de vivir: la nueva generación’ a partir de 2008 y hasta su conclusión en 2013. La actriz empezaba entonces a encadenar problemas médicos que dos años más tarde se convertirían en un férreo diagnóstico. Entre citas y citas médicas, Doherty volvió a adoptar dos de sus papeles más conocidos y queridos; la ya madura Walsh volvió a Beverly Hills con una especie de re-encuentro ficticio y documental en ‘BH90210’ (una continuación de ‘Sensación de vivir’), a la vez que retornó al mundo de ‘Heathers’ como la madre del violento joven JD en el remake serializado de 2018.
Doherty nunca se alejó del todo de la ficción de instituto, llegando a hacer un cameo en 2019 en la serie de CW ‘Riverdale‘. Ya con bastantes problemas de salud, la actriz participó en un par de telefilmes (‘Dying to Belong’ y ‘Los deseos de toda una vida’), pero sin ninguna duda el contenido que más periódicamente produjo en sus últimos años fueron sus podcasts ‘Let’s be clear with Shannen Doherty’ y ‘House of Halliwell’, que ella misma presentaba y que le permitía no estar completamente parada mientras se cuidaba y curaba de su enfermedad.
En noviembre de 2023, se había filtrado a la prensa que su estado de salud había empeorado catastróficamente. Hablando con la revista ‘People‘, Doherty decía: «No he terminado de vivir. No he terminado de amar. No he terminado de crear». Hoy, la recordamos con esta hermosísima declaración de intenciones.