Si ayer os trajimos la tecnología PeLED, hoy toca el turno de algo más tangible presentado por Sharp: QDEL. Aunque con otro nombre, ya os hablamos de esta revolucionaria tecnología hace unos meses. Si, todavía no tienen claro que nombre ponerle comercialmente hablando, pero tecnológicamente es exactamente la misma tecnología: la base son los Quantum Dots.
El prototipo presentado por Sharp en el CES es realmente pequeño (12 pulgadas) pero es totalmente funcional y ya es algo real, no algo teórico y destaca del resto de tecnologías es un pequeño pero muy importante detalle: mientras que los demás tipos de panel usan Quantum Dots para convertir un emisor (subpíxel) azul -como hacen los televisores QLED, QD-OLED, etc.-, estas nuevas pantallas tienen en cada subpíxel tres Quantum Dots: uno rojo, otro verde y otro azul. Por lo que se tratan de paneles RGB puros.
Así es la tecnología QDEL o NanoLED presentada por Sharp: los televisores perfectos
Lo primero a destacar es que la nueva tecnología NanoLED no tiene nada que ver con la tecnología NanoCell de LG que se encuentra en muchos de sus modelos LCD ni con la capa NanoLED que Philips usó en algunos de sus televisores OLED hace unos años. Si no que casi tienen más que ver con cómo funciona un televisor autoemisivo (OLED).
Los puntos cuánticos se utilizan actualmente para convertir una longitud de onda de luz en otra, casi sin pérdida de luminancia. Es por eso que aparecen en pantallas QLED, QD-OLED y QNED. Pero los puntos cuánticos no se limitan a este papel de intermediario. También se pueden energizar directamente mediante electricidad. Esto se conoce como electroluminiscencia y es la base de la tecnología electroluminiscente de puntos cuánticos (QDEL o NanoLED).
En lugar de utilizar puntos cuánticos sintonizados en rojo y verde para convertir la luz azul, las pantallas QDEL/NanoLED utilizan tres puntos cuánticos por píxel (rojo, verde y azul) que funcionan directamente con electricidad. El resultado es una pantalla que, sobre el papel, podría ser el santo grial de los TV. Cada píxel es autoemisivo, por lo que, al igual que con las pantallas OLED, se consiguen negros perfectos. Los puntos cuánticos se degradan con el tiempo, pero su gran ventaja es que no hay riesgo de quemados y retenciones.
La ausencia de filtro de color significa que prácticamente toda la luz generada pasa hasta la capa final del televisor sin obstáculos, lo que le significa más brillo por vatio de energía. Y los puntos cuánticos se pueden aplicar en capas extremadamente delgadas, lo que preserva toda la flexibilidad de OLED, algo que MicroLED no puede hacer actualmente.
QDEL / NanoLED: ventajas e inconvenientes de una tecnología definitiva
¿Si son tan geniales, por qué no está el mercado inundado de televisores NanoLED / QDEL? Resulta que, si bien los puntos cuánticos sintonizados en rojo y verde se han fabricado con éxito a esa escala, los puntos cuánticos azules son más difíciles de fabricar. Se están logrando avances, pero los puntos cuánticos azules actuales todavía no emiten suficiente luminancia como para conseguir una pantalla QDEL/NanoLED más grande que el actual prototipo presentado por Sharp.
Por otro lado, sus ventajas son enormes. Ya hemos hablado de que los paneles NanoLED no solo son autoemisivos y RGB puros, si no que también pueden ser mucho más brillantes que los paneles OLED (hasta 50 veces más que los televisores OLED actuales), manteniendo el msimo nivel de negro perfecto, así como una gama de colores y ángulos de visión absolutamente perfectos. Además, es imposible que el televisor sufra de quemados o retenciones.
Los avances en la fabricación de puntos cuánticos azules con más longevidad, brillo y coste está avanzando a pasos agigantados, por lo que esperamos grandes avances en el desarrollo de esta tecnología durante los próximos dos años antes de que se fabriquen los primeros paneles NanoLED completamente operativos. Es más, la propia empresa encargada de fabricar los paneles, Nanosys, comenta que 2026 sería una fecha viable para empezar a ver los primeros modelos de tamaños grandes.