Los amantes del vinilo estamos de enhorabuena. SME, la marca mítica que lleva más de 75 años marcando el estándar en el mundo del audio analógico, acaba de presentar dos nuevas joyitas que van directas al olimpo del hi-fi: los tocadiscos Model 8 y Model 35. Y ojo, porque no se trata solo de una mejora incremental… estamos hablando de un salto importante en calidad, diseño y prestaciones.
Si eres de los que alucinan con el ritual de poner un disco, bajar la aguja y dejarse llevar por el sonido cálido y envolvente del vinilo, prepárate. Estos nuevos modelos son una mezcla perfecta de tradición e innovación. SME ha logrado combinar su legendaria artesanía con lo último en tecnología de materiales y control de resonancias. Y sí, como era de esperar… no son precisamente baratos. Pero aquí hablamos de máquinas de precisión diseñadas para exprimir cada detalle de tus discos favoritos.
El Model 8 es como el hermano musculado del Model 6, con un diseño más robusto y un cuerpo un 40% más pesado. Más masa = más estabilidad = menos vibraciones. Es así de simple (y de efectivo). Y el Model 35… bueno, ese ya juega en otra liga. Es el que te comprarías si decides que el vinilo es tu religión y quieres un altar a la altura. Su construcción, basada en el legendario Model 60, es una auténtica barbaridad.
SME Model 8 y Model 35: Dos bestias con alma vintage y cerebro de Fórmula 1

Vamos al grano. El Model 8 está pensado para ofrecer el máximo rendimiento en un formato más compacto, pero sin compromisos. Tiene un plato más grueso, un nuevo sistema de control de velocidad inspirado en el Model 60, y unas patas ajustables de nivel pro, que lo hacen estable en cualquier superficie. Además, incorpora un brazo SME 309 de magnesio con cabezal desmontable, ideal para quienes cambian de cápsula como de camisa.
Todo ello rematado con conexiones mejoradas y unos RCA WBT bañados en oro, para que el paso de señal sea lo más limpio posible. ¿Y los colores? Blanco, Azul Medianoche y el clásico Negro SME. Tres estilos para tres tipos de audiófilos: el moderno, el elegante y el purista. ¿Y el precio? Pues ronda los 11.500 euros, dependiendo de la configuración y el distribuidor. No es barato, claro, pero tampoco lo es un reloj suizo, y esto es lo más parecido a eso en el mundo del audio.
Ahora, si lo que buscas es el no va más, entonces tu giradiscos se llama Model 35. Aquí ya entramos en un nivel casi obsesivo de detalle: chasis y subchasis acústicamente optimizados, suspensión vertical y horizontal independiente, y un sistema de amortiguación hidráulica que parece sacado de la NASA. Todo está diseñado para una cosa: reproducir vinilos como nunca antes.

Y lo más destacable, claro, es el nuevo brazo Series Vi. Fabricado con polímero de alta densidad mecanizado con CNC en una sola pieza, consigue una precisión y un nivel de resonancia bajísimo. El tubo tiene forma circular, lo que da como resultado un sonido mucho más puro y fiel al original. En otras palabras: si tu cápsula es buena, vas a alucinar.
¿El precio? Pues prepárate. El Model 35 con brazo Series Vi en acabado estándar (negro o plata anodizado) está en torno a los 41.000 euros, y si lo quieres en Azul Medianoche o Gunmetal, sube a unos 43.500 euros. Sí, es una locura… pero también lo es su rendimiento.
En definitiva, SME no solo ha lanzado dos nuevos tocadiscos. Ha soltado un golpetazo en la mesa para recordar quién manda en esto del sonido analógico. Tanto el Model 8 como el Model 35 son un homenaje a la precisión, al diseño británico y a la pasión por el detalle. Si tienes la oportunidad de escucharlos, hazlo. Aunque sea por curiosidad. Porque lo que ofrece SME en estos modelos es otra liga.
Y si te lo estás pensando seriamente… bueno, ya sabes: prepara el mueble, revisa tus vinilos, y empieza a ahorrar. Porque esto, amigo, es puro hi-fi del que hace historia.