Sony A95K: primeras impresiones y comparativa contra la A90J. Ya hemos podido probar lo nuevo de Sony, la A95K y es increíble. Gracias al evento de presentación de Sony España hemos podido ojear sus nuevos modelos y hoy os traemos un pequeño adelanto de la estrella de la fiesta: la nueva QD-OLED de la marca japonesa, la A95K.
Sony A95K: primeras impresiones y comparativa con A90J
Ya habíamos hablado antes de este espectacular modelo de Sony, aunque aún no habíamos tenido el privilegio de poder verlo en persona, aunque si habíamos leído a varios analistas coincidir en que es un salto cualitativo en calidad de imagen, con una mejora importante en el color, ángulos de visión, brillo y otras ventajas. ¿Y al final se han cumplido la expectativas? pues la verdad es que si, totalmente. Antes de comenzar a explicar nuestras impresiones…vamos a hacer un rápido repaso de la tecnología QD-OLED.
Si empezamos por lo más obvio (aunque os recomendamos si os interesa el tema, que le echéis un ojo a nuestro artículo en profundidad sobre las QD-OLED), la clave del éxito de la tecnología QD-OLED es prescindir del subpíxel blanco. En la tecnología desarrollada por LG, todos los subpíxeles del panel son de color blanco, que pasan por un filtro RGB (rojo, verde y azul) para generar el color, perdiendo así mucha pureza (cobertura) y mucho brillo, al emitirse desde atrás y pasar por dicho filtro. A esto se le conoce como emisión Bottom Emission:
Por otro lado, las nuevas QD-OLED desarrolladas por Samsung prescinden de dicho filtro y de su emisión trasera. ¿Cómo lo hace? básicamente y de forma muy resumida, todos los subpíxeles (azules) emiten su luz desde la parte más cercana posible al panel, para evitar perder brillo y color. Y para generar el color usan nanopartículas o también conocidas como Quantum Dots, que al incidir la luz azul en éstos se genera el verde y el rojo (el azul pasa directamente sin usar nanopartículas), generando así los tres colores primarios: rojo, verde y azul. Sin usar subpíxel blanco. A este método se le conoce como emisión delantera o Top Emission:
Hasta aquí más o menos sabíamos esta historia ya, ¿no? todo eso se traduce, de cara al usuario, en muchas ventajas: más brillo (luego ampliaremos más abajo), mejores colores en HDR (al no estar «lavados» por el subpíxel blanco), mayor vida útil -luego veremos por qué-, menos retenciones y mucho mejor tratamiento en escenas en penumbra y con compresión, al no existir el subpíxel blanco ya no tendremos los problemas derivados de éste en las escenas casi negras.
Sony A95K: un salto cuantitativo en color
Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Y efectivamente, podéis comprobarlo por vosotros mismos en la foto superior. La Sony A95K supone un cambio de paradigma en lo que respecta al color y brillo (especialmente en lo primero) respecto a su predecesora, la estupenda A90J que tanto nos gustó.
Lo primero que llama la atención es el color. Los rojos, especialmente, son mucho más intensos en el buen sentido de la palabra. La cobertura cromática de los paneles QD-OLED llega hasta un 90/91% del espacio de color BT.2020, lo que supone casi un 20% más que un panel OLED tradicional. Esta característica, unido a que el color es ahora puro junto todo su brillo (y no se «lava» fruto del subpíxel blanco), hacen que el color luzca mejor que nunca. En directo es una absoluta maravilla.
Sony A95K: rompiendo la barrera de los 1000 nits
Junto a una gran mejoría en la colorimetría, también notamos un salto bastante evidente en el brillo. Ambos televisores estaban configurados en modo dinámico (y no pudimos cambiarlo) para mostrarnos el máximo brillo posible de ambas.
Con el dato anterior en mente, sabemos que la Sony A90J llega a dar unos 1300 nits configurada en este modo en HDR, por lo que si vimos como la A95K la superaba sin problemas…es que es muy probable que llegue a pasar de los 1500 nits.
A falta de mediciones propias y siempre según el medio digital Digital Trends que ya pudo medir el brillo de este televisor en modo Cine, con la temperatura de color en 6500K y todos los filtros de imagen desactivados. Aunque es probable que estas cifras sean algo superiores, dado que se trataba de un modelo de pre-producción no finalizado:
- Ventana del 1%: 1000 nits
- Ventana del 2%: 1000 nits
- Ventana del 5%: 1000 nits
- Ventana del 10%: 1000 nits
- Ventana del 100%: 200 nits
Y no solo eso, si no que tenemos que tener en cuenta el efecto Helmholtz-Kohlrausch, que indica que nuestro ojo siempre percibe como más brillante aquellos colores más saturados. Pues blanco y en botella…¡QD-OLED! si sumamos ambas cosas, la percepción real en vivo es de que brilla sustancialmente más que un OLED tradicional. Esperamos que en poco tiempo podamos analizar este modelo y sacaros de dudas.