Los libros con papel han pasado en cierta medida, “de moda”. Y es que ahora son muchos los lectores que han cambiado las hojas por una pantalla muy atractiva. Está claro que estas personas han decidido dar un paso muy avanzado al cambiar los tradicionales libros, para asi ayudar al medio ambiente en el ahorro de papel y a la vez, obtenemos beneficios como el ahorro de dinero y el espacio. La diferencia entre los lectores de libros electrónicos y las tablets normales radica en que la lectura del primero simula a un libro tradicional pero obteniendo otras ventajas y beneficios.
Sin embargo las últimas pantallas que han ido saliendo y evolucionando no parece que lo hayan hecho por el camino de esa sensación de libro tradicional. Y es que la luz artificial que están integrando últimamente en las pantallas de tinta electrónica nos permite poder leer sin necesidad de tener una luz al lado, pero esto también tiene sus consecuencias. Es importante que conozcáis lo que esta luz puede provocar si os gusta leer en estas pantallas de tinta electrónica.
La iluminación es vital a la hora de leer con un eReader o una tablet
Ya son muchas las pantallas electrónicas de libros los que cuentan con luces LED en su interior. A este avance tecnológico se han unido ya varias marcas como Amazon, BOOX o BQ, en las que han incorporado este tipo de iluminación en sus libros electrónicos. Este tipo de iluminación pretende ser parecido a los dispositivos que utilizan el panel LCD ya que ni estos ni en los libros electrónicos son autoemisivos, de esta forma no consiguen generar su propia luz. Sin embargo, existe una importante diferencia entre la luz que emiten los libros electrónicos y la retroiluminación de los paneles LCD.
Y es que a través de otra luz esta puede servir de fuente para alimentar a la pantalla que no es capaz de generar su propia luz. Por lo general, los diodos LED están colocados en los márgenes de la pantalla de forma que la luz se distribuye por toda la superficie. Sin embargo, esta estrategia que utilizan los dispositivos con LCD a veces no consigue funcionar del todo bien, aunque en aquellos que tengan una pantalla pequeña como son los smartphones suele funcionar muy bien.
En los dispositivos de mayor tamaño son otras las soluciones que buscan para cumplir este objetivo. En algunas televisiones con panel LCD suelen incorporar una matriz de diodos LED que se encuentran detrás de la pantalla. La luz que emiten estos diodos LED está controlada por el televisor, de esta forma se puede controlar e incrementar el contraste, cuantos más diodos haya, mejor luz emite. Esta tecnología lumínica tan avanzada que utilizan los televisores LCD es llamada FALD (Siglas en inglés: Full Array Local Dimming).
Ya hemos visto cómo interviene la retroiluminación en los dispositivos, pero ahora vamos a centrarnos en el uso de ellas en los libros electrónicos. Y es que las características de estas pantallas lo necesitan, ya que no generan su propia luz y para poder ver el contenido es necesario que le de luz ambiental directamente. Si no se refleja la luz en los libros electrónicos, no podemos ver el contenido del mismo, y esto es un problema para los lectores.
Y es que tenemos varias opciones a la hora de leer en un libro electrónico. No importa si estamos a oscuras o si hay poca luz, porque esta estrategia en la que vienen incorporadas las luces LED no se diferencia apenas del uso de una tablet. Ambos dispositivos proporcionan su propia luz la cual se encuentra a una misma distancia de nuestros ojos a la hora de la lectura.
En realidad estos libros electrónicos no se encuentran retroalimentados, ya que son los diodos LED colocados en los extremos de la pantalla los que emiten esa luz, pero a la hora de distribuirla la encargada es una lámina muy fina de policarbonato translúcido que se encuentra encima de toda la pantalla. Al contrario que los dispositivos con pantalla LCD, que como decíamos antes esta iluminación se encuentra bajo el panel. Y esta es la diferencia principal entre ambas pantallas, que las de tinta electrónica no penetran directamente en los ojos, sino que reflejan la luz.
Existen muchas más diferencias entre estos dos tipos de pantalla. Los libros electrónicos cuentan con una pantalla de tinta electrónica mientras que la pantalla de las tablets están formadas por un panel TFT LCD. En cualquier caso hay que tener en cuenta que ambos son totalmente distintos. Mientras que los libros electrónicos están enfocados a textos las tablets tienen un contenido más amplio con fotografías y videos, cosa que por el momento no es intención por parte de los fabricantes de libros electrónicos. No hay que confundir con que el primero tenga una peor calidad que el segundo, ya que los últimos e-readers como el Kindle Oasis de Amazon cuenta con una densidad de 300 ppp.
Por otro lado, las pantallas de tinta electrónica no suelen recibir actualizaciones de forma habitual y ofrecen también un menor rendimiento a la hora de recibir respuesta. Sin embargo las pantallas LCD tienen un mayor rendimiento ya que también son muchas más funciones con las que cuentan estas. El color no es el mejor amigo de los libros electrónicos, a pesar de que llegaron en 2012 de la mano de E Ink Corporation, y después fue la compañía ECTACO quien sacó al mercado el jetBook Color, nunca se han sentido cómodas. A partir de entonces han sido varias pantallas a color las que han salido al mercado, y ahora Wacom de la mano de E Ink Corporation quiere unirse con el lanzamiento a finales de 2020 de una pantalla de tinta electrónica a color.
Muchos de los fabricantes de libros electrónicos buscan la forma en la que los filtros de color no perjudiquen al contraste, sin embargo no es ese el resultado. Además los colores se reproducen a una baja saturación. Esto no supone un problema a la hora de leer los textos -ya que en buena parte están enfocados a esta acción- pero sí que lo es a la hora de reproducir videos o fotografías, ya que pierden mucha calidad. También hay que mencionar que las pantallas electrónicas están pensadas para frenar los reflejos y de esta forma podamos obtener un tono mate para mejorar la experiencia de lectura, lo que perjudica a un contenido multimedia.
Una de las mejores características que diferencia a las pantallas de tinta electrónica con las tablets, es que en los últimos modelos de la primera nos permiten modificar la temperatura del color para que podamos decidir que tono de calidez queremos para nuestros ojos. Por lo general para una lectura mucho más cuidada una luz muy cálida será la mejor opción, sin embargo para otros contenidos es al contrario.
La experiencia de lectura en una pantalla de tinta electrónica con iluminación LED es muy diferente a la lectura en una tablet, a pesar de que ambos puedan llegar a ofrecer la misma cantidad de luz. Y esta diferencia la marcan los diodos, ya que la pantalla refleja la luz que emiten estos y nunca es una luz directa, como en el caso del panel LCD. Al final cada uno tiene un uso específico y está destinado a cumplir diferentes funciones. Los e-readers nos ofrecen una experiencia de lectura mientras que las tablets abarcan mucho más que puro texto, contenido como fotografías, videos y más funciones.
Cuidado con el deslumbramiento
Desde que las pantallas con tinta electrónica cuentan con iluminación LED han traído en gran parte muchos beneficios, por ejemplo el poder utilizarlos en muchas más ocasiones como en espacios sin luz ambiental. Pero también es importante conocer algunos riesgos. Si en un espacio en el que haya poca luz encendemos un dispositivo con una luz elevada, esta actúa como fuente y puede dar lugar a un deslumbramiento. Que suceda esto es poco probable, ya que la luz LED que desprenden las pantallas electrónicas consigue penetrar en los ojos de forma muy atenuada y por lo tanto nos protege de esta luz tan intensa.
En los lugares con poca luz la pupila se dilata para intentar percibir la mayor luz posible, por lo que si miramos directamente a una fuente de luz de alta intensidad, nuestra retina se sobreestimulará. Después, el nervio óptico manda a nuestro cerebro unos impulsos nerviosos de una intensidad muy acelerada. Esto es el llamado deslumbramiento, que provoca un aceleró a nuestro sistema visual.
Si exponemos durante mucho tiempo nuestros ojos a una luz intensa en un espacio de baja intensidad de luz, el estrés al que está sometido nuestro sistema visual se alarga y podríamos tener síntomas de molestias oculares. En otros casos de una duración más larga incluso dolor de cabeza provocado por esta sobreestimulación prolongada en el sistema visual.
Para conseguir evitar todo lo anterior, lo mejor es iluminar de forma general ese espacio donde vayamos a utilizar un dispositivo con alta emisión de luz. De esta forma conseguiremos un ambiente de luces que se encuentren en contraste para que la pupila regula de forma precisa la luz que entra en el globo ocular. De esta forma evitaremos una posible sobreestimulación.
Y aquí os vamos a hablar de la luz azul de las pantallas de los dispositivos. Esta luz se trata de una radiación electromagnética que se distribuye por una onda en el rango entre los 400 y 495 nm. Además, en el rango de entre los 400 y los 450 nm es denominada luz visible de alta energía. Por el momento no hay un estudio firme que asegure lo dañino que puede suponer esto para nuestros ojos, aunque si se han realizado algunos como el de la Universidad de Ohio en los que conectan la degeneración macular con una larga exposición de nuestros ojos a esta luz azul que emiten las pantallas de los dispositivos.
Son muchos los estudios que se han realizado sobre el impacto de la luz azul en nuestra calidad de sueño. Y todos afirman lo mismo: la exposición a esta luz incluso con los ojos cerrados afectan a nuestro ritmo cardiaco. Y es que la luz es considerado uno de los estímulos externos con más relevancia por los ritmos que provoca en los seres vivos.
Según va anocheciendo nuestro cuerpo nota como la luz va desapareciendo y esto tiene impacto en la melatonina, que se encarga de regular el estado fisiológico cuando comenzamos a tener sueño. Por el día la glándula pineal no produce melatonina, pero conforme se va haciendo de noche empieza a funcionar hasta que activa el cansancio y por tanto, el sueño.
Es un hecho demostrado por miles estudios científicos que el sueño afecta en nuestro día a día. Desde pensar con mayor calidad, a reaccionar a estímulos externos e incluso evitar la sensación de irritabilidad o caer en depresión. Muchos estudios afirman que la falta de sueño va ligada con algunas enfermedades muy graves como las diabetes.
Durante las horas diurnas la luz azul está presente constantemente, lo que provoca un impedimento en nuestra producción de melatonina que es la encargada de mantenernos despiertos o activos. Por otro lado, los diodos LED emiten una luz visible en un rango de longitud en el que también contiene luz azul. Son muchos los estudios que se han realizado sobre la luz artificial la cual impide la segregación de melatonina, y por lo tanto estar expuestos a luz artificial durante un tiempo justo antes de ir a dormir, puede alterar nuestra calidad de sueño.
Pero como hemos dicho antes, los fabricantes de pantallas de tinta electrónica nos dan la posibilidad de ajustar la intensidad de la iluminación de los paneles, y así conseguir evitar un posible deslumbramiento y no estar expuestos a la luz azul. Por lo que este curso siempre nos servirá de gran utilidad para ajustar el nivel de luz que queremos que emita nuestro e-reader y conforme pase el tiempo, la luz se vuelva cada vez más tenue.
La iluminación de la pantalla reduce su autonomía
El consumo de batería entre ambos tipos de pantalla también es notable. Mientras que en los libros electrónicos se consume muy poca energía, en las pantallas LCD u OLED del mismo tamaño consumen mucho más. Y es que la pantalla con tinta electrónica gasta poco ya que el consumo se produce cuando se cambia el estado del panel. Esto quiere decir que si se queda encendida durante muchas horas sin cambiar nada de la pantalla, no consumirá batería o será lo mínimo. En el momento en el que cambia el estado y carga una nueva pantalla es cuando necesitará energía.
Aunque existe una forma que ahorra todavía más la energía, y es actualizando solamente los píxeles nuevos que cambian al pasar de página. Sin embargo esto también puede producir un problema, y es que también puede producir un fallo en el campo eléctrico, el cual al modificar algunos pixeles puede llegar a perjudicar otros píxeles adyacentes. Entonces sería necesario refrescar la página para actualizar todos los pixeles de nuevo. Aunque realmente este proceso conlleva 2 segundos, por lo que tampoco debería de ser muy molesto para los lectores.
Para continuar con su funcionamiento de iluminar toda la pantalla del libro electrónico, los diodos LED necesitan energía, y por ello para durar el máximo tiempo posible van reduciendo la autonomía. En función de la cantidad de luz que hayas ajustado y el tiempo que estés delante de la pantalla, durará un tiempo u otro. Pero lo mejor para estos casos es ajustar tanto la cantidad como la intensidad del brillo, y no solamente por la larga autonomía que ofrecerá, sino también por nuestra salud ocular que no estará sometida a estrés siempre y cuando haya luz ambiente también.
Los libros electrónicos con iluminación LED suponen ventajas para todos los lectores que utilicen su dispositivo a diario. Y es que además de lo flexible que es esta iluminación al poder utilizarla en distintos escenarios también es lo más saludable para nuestra visión ocular. Mientras que las pantallas de los móviles o smartphones dañan nuestros por la luz directa a gran intensidad, los libros electrónicos cuentan con esos diodos que mediante reflexión la luz llega a nuestros ojos sin perjudicarnos. A pesar de todas estas ventajas, siempre merecerá la pena el uso responsable de cualquier tipo de luz que emita una pantalla.
Aunque el libro electrónico con diodos LED supone un avance tecnológico a gran escala, lo más recomendable es que los utilicemos en un ambiente que esté iluminado de luz natural, exactamente igual que haríamos con un libro de papel. Lo mejor es estar rodeados de luz natural, pero esta a lo largo del día se acaba por lo que tendremos que usar la artificial. Y es entonces cuando podremos ver como actúa la iluminación LED de la pantalla de tinta electrónica.
Lo más aconsejable a la hora de usar nuestros libros electrónicos, es estar rodeados en el entorno de luz externa y utilizamos la iluminación LED en nuestra pantalla, de esta forma no estaremos expuestos a un deslumbramiento o a cualquier otro efecto perjudicial para nuestra visión. De esta forma podremos estar muchas más horas usando nuestro libro electrónico sabiendo que no nos perjudicará. Conforme se vaya haciendo tarde es importante una luz más cálida de la LED para que el ritmo cardiaco no se acelere. Cada vez es más importante el uso responsable de las pantallas y apostar por un dispositivo que nos permita ajustar la luz es la mejor opción.
Ahora llega la pregunta del millón: entonces, ¿qué opción es mejor? Si solo quieres usar el dispositivo para leer libros electrónicos, no dudes en apostar por un eReader en condiciones. Principalmente porque su autonomía es notablemente superior, además de contar con una mejor iluminación. Y ya te adelantamos que el Kindle de Amazon es una de las mejores opciones a tener en cuenta.
En cambio si lo que te interesa es un producto más versátil y que te permita navegar por Internet, ver vídeos de YouTube o jugar a videojuegos por poner algún ejemplo, te recomendamos apostar por una tablet. Por ejemplo, puedes comprar la Samsung Galaxy Tab A7, un modelo de 10 pulgadas con potencia suficiente para poder ejecutar todo tipo de aplicaciones y juegos, además de ser un excelente modelo para leer libros electrónicos, revistas o cómics por poner algún ejemplo.
SAMSUNG Galaxy Tab A 7 | Tablet de 10.4" (WiFi, Procesador Octa-Core Qualcomm Snapdragon 662, 3GB de RAM, 64GB de Almacenamiento, Android actualizable) Color Silver [Versión española]