Si eres de los que están siempre al loro de lo último en teles, prepárate porque lo nuevo de TCL tiene pinta de dar mucho que hablar (y ver). La marca china ha presentado en su país natal la nueva serie T7L con tecnología Mini LED, y ojo, porque viene cargadita de cosas que normalmente solo vemos en gamas mucho más altas. Lo que más llama la atención a primera vista es su brillo brutal de hasta 2200 nits, algo que ya querrían muchas teles de más de 1000 euros.
Pero lo mejor es que el precio de salida ronda los 480 euros al cambio actual. Eso sí, no sabemos si ese precio se mantendría en caso de que llegue a España… y con la inflación, los impuestos y demás, ya sabemos lo que suele pasar.
Esta serie está pensada claramente para quienes quieren una experiencia de tele premium, pero sin dejarse un riñón. Lo interesante es que TCL ha sabido encontrar ese equilibrio entre tecnología puntera y precio competitivo, y eso se nota en cada rincón de estas teles. No hablamos solo de una buena imagen, sino también de un diseño cuidado, sonido que apunta maneras, y hasta una buena dosis de inteligencia artificial que le da un puntito futurista.
Eso sí, antes de que te emociones demasiado, hay que decirlo todo: no tenemos ni idea aún de si llegará oficialmente a España ni con qué nombre lo hará, porque ya sabes cómo va esto de las nomenclaturas y los lanzamientos regionales. Pero oye, soñar es gratis, y si acaba llegando tal cual (o con otro nombre), muchos van a tener una muy seria alternativa a las típicas OLED y QLED carísimas que vemos en las tiendas.
La nueva TCL T7L: una bestia en especificaciones a precio de gama media
Vamos al grano. La TCL T7L se ha presentado en cuatro tamaños: 55, 65, 75 y 85 pulgadas, así que hay para todos los gustos (y salones). Todos los modelos cuentan con la última tecnología de la marca, que han bautizado como Quantum Dot Pro 2025, lo que se traduce en una cobertura del 98% del espectro DCI-P3. En cristiano: colores vivos, precisos y con un contraste que, sobre el papel, promete. El panel es de tipo HVA (una variante del VA) desarrollado por Huaxing, e incluye una capa de alineación de cristales líquidos con polímero (lo sé, suena a ciencia ficción, pero básicamente mejora el contraste y los ángulos de visión).
Uno de los grandes puntazos está en la retroiluminación. TCL ha usado su sistema Matrix Backlight Zone, que en la versión de 55 pulgadas incluye 480 zonas de atenuación local, y en el modelo más grande sube hasta 840 zonas. No llega a las 1000 zonas de algunos modelos top, pero TCL asegura que su control de luz es tan preciso que incluso supera a algunos modelos que sí las tienen. Habrá que verlo en acción, pero pinta bien.
En cuanto al brillo, que es uno de los datos más llamativos, estamos hablando de hasta 2200 nits de pico. Esto significa que el contenido en HDR, especialmente si usas Dolby Vision, va a lucir espectacular. De hecho, estos televisores son compatibles con Dolby Vision Gaming, lo que los convierte en una opción muy interesante para gamers.
Y ya que hablamos de jugar… aquí viene lo bueno: panel nativo a 144Hz, pero que puede llegar hasta 288Hz mediante overclocking. Sí, eso es una auténtica locura para una tele de este rango. Además, tiene HDMI 2.1 en los cuatro puertos, AMD FreeSync, y tecnologías como MEMC para mejorar el movimiento. Vamos, que si te gusta el gaming a tope de FPS, esta tele te va a seguir el ritmo sin despeinarse.
Pero no solo de imagen vive el teleadicto. TCL también ha cuidado el sonido aliándose con Onkyo, e incluye un sistema de audio 2.1.2 canales con altavoces que disparan hacia arriba y subwoofer integrado. Traducción: Dolby Atmos de verdad, sin tener que comprarte una barra de sonido aparte (aunque seguro que mejora con una externa, como siempre).
En la parte smart de esta TCL, en China llega con el sistema propio de la marca, Lingkong OS 3.0, que es limpio, rápido y sin anuncios (¡milagro!). Pero si este modelo llega a nuestro país, lo más probable es que lo haga con Google TV como sistema operativo, como ya ocurre en muchos otros modelos de TCL en Europa. Internamente, esta tele monta un procesador de cuatro núcleos Cortex-A73, GPU Mali-G57, 4 GB de RAM y 64 GB de almacenamiento, así que potencia no le falta. También cuenta con Wi-Fi 6 y una IA propia llamada Fuxi AI Model, que mejora las recomendaciones, la navegación por voz y hasta genera contenido personalizado.
Y por último, el diseño. Porque sí, también entra por los ojos. Tiene un marco ultrafino de solo 8 mm, ideal para colgarla en la pared y que quede bien integrada. El acabado es moderno, elegante y sin florituras raras.
En resumen, TCL ha vuelto a hacerlo. Se ha sacado de la manga una tele que, si llega a España, puede poner muy nerviosos a los gigantes del sector. Precio rompedor, especificaciones de infarto y tecnología de primera. La única pega es que, de momento, solo ha salido en China y no sabemos si aterrizará en nuestro país, ni si lo hará con el mismo precio ni bajo la misma nomenclatura. Pero si lo hace, puede que estemos ante una de las mejores teles calidad-precio del año. Y si no… siempre nos quedará la importación.