Televisores QD-OLED vs OLED: estas son sus principales diferencias. La nueva QD-OLED de Samsung -y la de Sony– no han dejado indiferente a nadie y no es para menos. El panel utilizado en estos dos nuevos televisores es de una tecnología totalmente nueva y revolucionaria: paneles OLED RGB puros con puntos cuánticos (o Quantum Dots). Sabemos que mucha gente estará confundida y no sabrá que diferencia aporta sobre un panel OLED normal de los fabricados hasta este momento. Vamos a verlo en este artículo, técnico, pero ameno.
Televisores QD-OLED vs OLED: estas son sus principales diferencias
Esencialmente, la forma en la que se emite la luz y se genera el color es diametralmente opuesta, con sus pros y sus contras como veremos a lo largo del artículo. Para empezar a familiarizarse, deberíamos entender qué es la tecnología OLED, en qué se diferencia de la LCD y demás cuestiones, para lo que os recomendaríamos nuestro artículo detallado de OLED vs LED vs MicroLED.
Una vez hemos comprendido que el punto fuerte de la tecnología OLED se basa en sus 8 millones de píxeles autoregulables completamente (desde el apagado más absoluto, negro, hasta el punto más brillante, blanco), vamos con las diferencias a la hora de generar el color y de emitir la luz.
Paneles LG WRGB: el formato calidad/precio
La tecnología que usa LG se basa en una vieja patente comprada a Kodak a inicios de la década de este siglo. Tradicionalmente, el principal problema de la tecnología OLED RGB (que al final es el sistema utilizado por Samsung), es que la vida útil del píxel azul era demasiado corta, entorno a las 8 o 9 mil horas (el píxel rojo y verde pueden durar más de 100 mil), por lo que era inviable fabricar un televisor OLED con los tres píxeles de color (Rojo, Verde (Green) y Azul (Blue) = RGB) dado que el azul se degradaría mucho antes, dejando cojo el televisor en cuanto a colorimetría.
Y aquí entra en juego Kodak. El fabricante americano inventó y patentó una forma ingeniosa de sortear el problema de la vida útil del píxel azul: eliminarlo. Bueno, a él y a los otros dos. A partir de ahora todos los píxeles serían blancos (solo emitirían ese color) y entre los píxeles y el panel, se montaría un filtro RGB (Rojo, Verde y Azul) que, al pasar la luz blanca de «detrás» (Bottom Emission), se formarían los tres colores primarios. Sin degradaciones prematuras, ya que todos los píxeles serían, esencialmente, blancos.
¿Solucionado el problema, no? Bueno no es tan sencillo, esta técnica tiene una serie de ventajas e inconvenientes, que para hacer más fácil su comprensión al lector, vamos a resumirlas en una lista de pros y contras:
Ventajas
- Se acaba con el problema de la degradación prematura del subpíxel azul.
- Es una técnica mucho más barata que la fabricación de paneles RGB puros.
- Es mucho más fácil, técnicamente, de fabricar.
Inconvenientes
- La luz se emite del propio píxel blanco…que viene de «detrás» y al pasar por un filtro, puede perder hasta un 30-40% de brillo total, por lo que el brillo resultante no es tan alto como podría. Se podría solucionar con TADF, por ejemplo.
- La uniformidad del panel, generalmente, es peor que la de un panel RGB, al usar un filtro entre capas.
- El color «real» que puede alcanzar llega hasta los 350-400 nits, a partir de ahí para arriba, es blanco a secas, por lo que la cobertura cromática es más pobre que en un panel RGB.
Paneles QD-OLED: La vuelta de tuerca de Samsung
Así llegamos hasta nuestros días, con Samsung fabricando ya paneles QD-OLED y surtiendo a otros fabricantes, como Sony. Ya hace unos años a alguien en las oficinas de Samsung se le encendió la bombilla. ¿Y si en lugar de usar un filtro RGB, usamos las nanopartículas (o Quantum Dots o puntos cuánticos) para generar el color?
¿Y si eliminamos los píxeles blancos y los hacemos todos azules? Pues eso es lo que parece que han conseguido. Básicamente estaríamos hablando de un panel OLED donde todos los píxeles sean azules (en lugar de blancos), a éstos se les añadiría las famosas nanopartículas o Quantum Dots, que son unas moléculas que al incidir luz sobre ellas (sin importar si ésta es blanca o azul) se excitan y pueden generar diferentes colores, generando así los tres colores primarios.
¿Qué conseguimos con ello? varias mejoras muy evidentes y muy importantes: al prescindir de la emisión trasera «filtrada» por el filtro RGB para el color, conseguiremos un importante aumento de brillo (las primeras mediciones de la nueva QD-OLED de Samsung apuntan a 1500 nits al 3% de ventana y 1000 nits al 10%, impresionantes) y además seguimos con varias ventajas, como un mayor volumen de color (hasta un 91% del espacio BT.2020 en lugar del tradicional 75% actual).
Eso se traducirá en colores notablemente más ricos y saturados, sin caer en la artificialidad, además de que el impacto HDR será notablemente mayor, al brillar más los elementos brillante del alto rango dinámico.
Aún así, estos nuevos paneles QD-OLED contienen varias incógnicas, ya que no se ha acabado con el problema de la degradación prematura del píxel azul. Es cierto que al ser todos azules, se degradarán igual de rápido, pero seguimos con el problema de base: 8000 horas son muy pocas horas para un televisor comercial, a no ser que Samsung tenga guardado algún AS en la manga.
Ventajas
- Los Quantum Dots son capaces de generar una mayor riqueza cromática, así que veremos incrementada la cobertura del espacio de color BT.2020.
- El brillo, al ya no tener que pasar por un filtro RGB, se incrementará bastante.
Inconvenientes
- De momento, no es compatible con un filtro polarizador, por lo que si le da mucha luz de forma directa, puede verse los negros algo grisáceos.
Paneles OLED WRGB-TADF: ¿la futura respuesta de LG?
LG lleva varios años experimentando cómo mejorar sus paneles WRGB, porque siendo sinceros, desde la revolución de los paneles de 2016, llevamos 4 años con los mismos paneles (más o menos), centrándose en mejorar la electrónica, smart tv, conectividad, tone-mappings, escalados, etc., pero el panel base es muy similar todos los años.
LG se dio cuenta que uno de los principales escollos para mejorar el panel era el brillo. ¿Y qué impedía que los paneles alcanzaran mayores cuotas de nits? los píxeles blancos y su situación, ya que se encontraban detrás del filtro RGB y éste era el responsable de «comerse» parte del brillo total.
¿La solución? sencillo. Movamos los píxeles de detrás (bottom) a delante (top). En esta tecnología, además, se reemplazaría el filtro fluorescente utilizado en los televisores Oled (que genera los colores RGB) por un transmisor de fluorescencia retardada activada térmicamente (TADF) fabricado por la compañía Cynora.
Esta tecnología convierte la fuente que se utilizaba hasta ahora para generar la luz por el nuevo transmisor de fluoresencia y además permite reducir el estrés eléctrico en los materiales orgánicos. TADF combina dos ventajas: la vida útil de la fluorescencia y la eficiencia de la fosforescencia. Además, esta tecnología es compatible con la fabricación de paneles mediante impresoras 3D.
El uso de este nuevo proceso permitiría a los televisores OLED WRGB aumentar el pico de nits, pero especialmente el brillo general de la escena (APL). Es decir, el pico máximo podría pasar a unos 1300-1400 nits, pero la escena general ya no se vería limitada a unos 150 nits cuando la pantalla sea 100% blanca, si no a aproximadamente, el doble (300 nits).
Ventajas
- El brillo de las altas luces (L10) subiría desde los actuales 800 nits a los 1100-1200.
- El colocar los píxeles blancos por encima (top) en lugar de debajo (bottom) supondría duplicar el brillo medio de la escena, rebajando hasta un 100% el ABL.
- No supone un cambio grande en la estructura del panel, por lo que no deberíamos ver una subida grande de precio de coste.
- Reduciría el consumo eléctrico.
- La vida del panel aumentaría aún más que la actual (200 mil horas).
- Mayor resistencia, aún, a quemados y retenciones.
Inconvenientes
- Cada año sufre un nuevo retraso debido a inconvenientes no previstos.
- La cobertura cromática no será tan rica como la de los QD-OLED.
- La uniformidad no será tan buena como la de un panel RGB puro.
- ¿Seguiremos con el estancamiento del color en solo 350-400 nits y todo lo demás será puro haz blanco?
Conclusiones
Todavía no se sabe quien llevará la razón y qué tecnología será superior, si la QD-OLED o los nuevos WRGB TADF. Lo que parece meridianamente claro es que estamos tocando techo con los actuales paneles OLED y será una de las dos iteraciones vistas anteriormente, quien se lleve el gato al agua. El tiempo y, especialmente, las ventas le darán la razón a uno de los dos gigantes coreanos, pero parece clara una cosa: solo puede quedar uno.
Tampoco podemos asegurar un ganador, ya que muchas veces la mejor tecnología no es la que se acaba imponiendo. Si Samsung no consigue bajar costes para abaratar el precio final o no consigue producir mayores diagonales o incluso acabar con el problema de la degradación o retenciones en las QD-OLED, es posible que pese a ser mejor no consiga imponerse a LG. El tiempo dirá.