Tras el confuso episodio de la semana pasada, en el que ‘The Acolyte’ no supo explotar el flashback para ofrecer explicaciones satisfactorias a sus misterios, su octavo y último episodio tenía la difícil tarea de atar cabos y colocar todo en su lugar para una posible segunda temporada. En contraste con los errores de su predecesor, este último episodio es sólido y, aunque imperfecto, deja mejor sabor de boca.
¡OJO! A partir de aquí tendrás spoilers de la serie ‘The Acolyte’
Puesto que el pasado episodio ocurre enteramente en el pasado, retomamos la acción justo después de lo ocurrido en el sexto —en el planeta desconocido en el que se encuentran Osha y El Extraño. Al ponerse la máscara dentada del Sith (que le ha ganado entre fans el apodo de Darth Teeth), Osha tiene una visión de su hermana Mae en Brendok matando a Sol sin utilizar un arma.
Cuando se quita la máscara, vemos por un momento fugaz el destello rojo de una espada láser todavía en sus ojos que cobrará sentido más adelante. Osha y El Extraño viajan juntos a Brendok a pesar de tener objetivos opuestos: ella quiere evitar que Mae cometa el asesinato, él quiere asegurarse de que lo haga.
Por su parte, Sol pone rumbo a Brendok con Mae. Su objetivo, ahora que sabe que ambas gemelas están vivas, es demostrar al Alto Consejo Jedi la existencia de la vergencia que buscaban años atrás. En definitiva, busca la absolución —si puede probar que las gemelas fueron concebidas de forma antinatural por el aquelarre, podría justificar también su asesinato de la madre de las chicas.
Mientras tanto, en Coruscant, Vernestra tiene una reunión con un miembro del Senado que desconfía de la Orden Jedi por no haber comunicado los recientes asesinatos. Vernestra le asegura que está cerca de capturar al sospechoso del crimen, y se dirige también hacia Brendok.
Así pues, todos los protagonistas restantes se encuentran en el lugar en el que comenzó todo. Aunque muchas cuestiones quedan en el aire de cara a una posible segunda temporada, una historia que desde luego ha llegado a su fin es la de Sol.
En Brendok suceden dos encontronazos paralelos; mientras Mae y Osha combaten mano a mano, Sol y El Extraño tienen un duelo de espadas láser. Una vez más, la coreografía de las peleas es emocionante y su montaje limpio. En uno de los momentos más destacables del episodio, vemos una transición perfecta de las piernas de las gemelas cruzadas en una patada alta a las espadas láser de Sol y El Extraño chocando.
Llega el momento que llevamos esperando toda la temporada: Mae le cuenta al fin a su hermana la verdad de lo que ocurrió aquella noche, años atrás, cuando Sol asesinó a su madre. Osha, tras años de seguir el consejo de los Jedi de controlar sus emociones sin éxito, se deshace en ira al descubrir el engaño. Sol consigue desarmar al extraño y está, aparentemente, a punto de matarlo, cuando Mae interviene y se lo impide.
Todo parece indicar que la visión de Osha va a cumplirse, pero entonces sucede algo inesperado: Mae se niega a atacar. No lo hace porque haya perdonado a Sol, sino porque quiere que se enfrente a las consecuencias de sus acciones. Osha, iracunda por lo que acaba de descubrir, no tiene la misma piedad.
Y es que la respuesta estaba delante de nuestros ojos todo este tiempo; no era Mae la que iba a asesinar a Sol usando únicamente el poder de la fuerza, sino la propia Osha. En su mano, el cristal de la espada láser de Sol se tinta de rojo, y lo mismo hace su hoja. Este proceso, conocido como sangrado, ya existía en el lore de Star Wars, pero es la primera vez que se ha traducido a la pantalla —y es emocionante de ver.
Una de las críticas más acertadas a este final de temporada ha sido la poca consistencia en la representación de sus protagonistas. Aunque tiene sentido que la ira de Osha, desatada tras años de contención, acabe con su paso al lado oscuro, tenemos que aceptar que sea una poderosísima Sith capaz de matar a un Maestro Jedi a pesar de no haber utilizado la Fuerza en muchos años.
Por otro lado, la caracterización de Mae es confusa; cuesta creer que la misma persona que lleva toda su vida planeando su venganza sangrienta contra los Jedi que destruyeron su infancia le perdone la vida a Sol. Su cambio de intenciones es repentino y poco trabajado. Sol, testarudo a más no poder, es incapaz de admitir su error, que le acaba costando la vida. Muchos se quejan de que ‘The Acolyte’ no representa su conflicto de forma matizada, de que lo único que hace es mostrar a los Jedi como una orden corrupta y puramente maligna.
Pero los que dicen esto no han estado prestando atención, pues lo que propone la serie es precisamente que en la Orden Jedi no tiene cabida el matiz. No es que sean malas personas, sino que su fijación con que todo sea blanco o negro es la raíz de su perdición. Como le dice el senador a Vernastra, presumen de controlar lo incontrolable; las emociones.
Con Sol muerto y los Jedi pisándoles los talones, las gemelas y El Extraño hacen un trato. Osha acepta tomar el lugar de Mae como aprendiz del Extraño si deja a su hermana en libertad. Para que no puedan encontrarles, deciden eliminar cualquier rastro de sí mismos de la mente de Mae. Cuando las gemelas por fin se han reencontrado, con la verdad expuesta, se ven obligadas a separarse de nuevo (aunque con seguridad volverán a encontrarse como sea).
‘The Acolyte’ vuelve a mostrar la incapacidad de los Jedi de aceptar sus problemas estructurales. Cuando Vernestra llega a Brendok, siente la presencia del Extraño, que rápidamente se pone su casco para bloquearla, pero el secreto ya está expuesto: el Sith fue un antiguo aprendiz de Vernestra, que también parece tener unos cuantos trapos sucios.
Al enfrentarse al Senado, Vernestra toma la misma decisión que tomaron sus compañeros años atrás. Sol, que ya no puede defenderse, es el chivo expiatorio perfecto. En lugar de admitir la existencia de de un poderoso Sith —que implicaría su fracaso personal como maestra y el peligro de la Orden Jedi en conjunto—, Vernestra le dice al Senado que el autor de todos los asesinatos es el propio Sol, que acabó quitándose la vida.
La trampa de la nostalgia
Desde su comienzo, uno de los puntos diferenciales y positivos de ‘The Acolyte’ ha sido su resistencia al llamado «fan service» que estamos tan acostumbrados a ver en franquicias, y especialmente en Star Wars. La serie parecía determinada a contar su propia historia, sin apoyarse en la nostalgia y las referencias para enganchar fácilmente a la audiencia.
Aunque, en general, han mantenido su singularidad, ‘The Acolyte’ ha acabado cediendo al poder de la propiedad intelectual e introduciendo un par de cameos que conectan la serie con los sucesos de la saga de películas y los personajes que ya conocemos.
Entre las ruinas de Brendok, una figura oscura observa la acción. Los fans le han reconocido sin dificultad como Darth Plagueis. Para quien no ubique el nombre, se trata del poderoso Maestro Sith de Darth Sidious —o el Emperador Palpatine—, que más tarde entrenó a Anakin Skywalker para convertirle en el mismísimo Darth Vader.
Plagueis es conocido por haber encontrado la manera de esquivar la muerte y utilizar la Fuerza para crear vida. Sus experimentos con la Fuerza provocaron que esta crease a Anakin Skywalker para contrarrestarle. Si Plagueis aprendió lo que sabía sobre la creación de vida gracias al nacimiento de Osha y Mae, esto convertiría a ‘The Acolyte’ en una precuela directa de la trilogía de Anakin Skywalker, y no en la historia individual que pensábamos que era.
Por si fuera poco, el episodio se acaba con Vernestra entrando a una sala y pidiéndole ayuda ni más ni menos que a una pequeña criatura verde de orejas puntiagudas. Solo le vemos de espaldas, pero sin duda alguna se trata del Maestro Yoda.
El futuro de ‘The Acolyte’
Por cada misterio que se cierra en esta temporada de ‘The Acolyte’, se abre uno nuevo. Más que un error narrativo, se trata de una clara declaración de intenciones de la serie de llevar a cabo una segunda temporada.
Aunque no es seguro que tengan pensado explicarlo con detalle, todavía no sabemos exactamente cómo consiguió Aniseya concebir a Osha y Mae, ni por qué decidió separarlas en dos mitades. Por otro lado, el origen de El Extraño y su paso al lado oscuro están todavía sin explorar, y es muy probable que Vernestra tenga que enfrentarse también a sus propias acciones.
Además, la amnesia de Mae y la nueva unión de Osha y El Extraño dejan a nuestras protagonistas al principio de un nuevo camino que no podemos adivinar hacia dónde llevará. La mayoría de los personajes principales de esta primera entrega han sido eliminados, y los que quedan han cambiado sus objetivos por completo. Desde luego, todas las piezas están colocadas sobre el tablero para una segunda temporada que, si se llega a dar, será muy distinta a la que acabamos de ver.