A lo largo de los años hemos visto tocadiscos bastante extraños, pero el nuevo Waiting for Ideas PP-1 sin duda es uno de los más llamativos. Y no lo decimos por el curioso nombre de la marca, sino por su diseño. El PP-1 es un reproductor de discos ultra minimalista, fabricado totalmente en aluminio y diseñado para mejorar la experiencia del vinilo. Tan minimalista que es súper diferente a todo lo que hemos visto hasta ahora. Para empezar, no tiene brazo. Además está fabricado de manera muy diferente a los tocadiscos típicos. Y para rematar, cuenta con detección automática de velocidad.
Pero vayamos por partes. El PP-1 ha sido diseñado por el estudio Waiting for Ideas, con sede en París. Fundado por Jean-Baptiste Anotin en 2021, el estudio creativo ha trabajado en una variedad de disciplinas, incluidos proyectos de espacios comerciales para marcas como Lacoste, Reebok y Shinzo; y colaboraciones con artistas como Iris Marchand, Mathilde Hiley y Pierre Vaillant. Así que no estamos ante un fabricante de dispositivos de audio como tal.
Dicho esto, queda claro que el diseño es una parte súper importante en cualquier obra creada por este estudio. Más que un dispositivo tecnológico hacen obras de arte. Quizás por eso el tocadiscos PP-1 está tallado a partir de un cuadrado sólido de aluminio, un trozo monolítico de metal en el que se encuentra embutido el plato. Como resultado, cualquier disco que se haga girar en el PP-1 parece estar al ras de la superficie.
Además, Waiting for Ideas ha enfatizado esta sensación de masa estructural sólida al diseñar un par de altavoces pasivos creados especialmente para acompañar al tocadiscos. Los altavoces tienen un tamaño idéntico al del tocadiscos, lo que permite apilarlos como un tótem con el disco encima o separarlos para obtener un sonido estéreo más convencional. Están completamente envueltos en tela negra y ofrecen un contrapunto oscuro al aluminio en bruto del tocadiscos.
El PP-1 es una sinfonía de alineaciones precisas, con controles y salidas reducidos al mínimo indispensable. Para Anotin, la idea era enfatizar la naturaleza ritual de la reproducción de discos, sacando el disco de su funda, colocándolo cuidadosamente sobre el reproductor y encendiéndolo.
Waiting for Ideas PP-1: un tocadiscos tan minimalista que no tiene brazo fonocaptor
Es curioso que el creador del proyecto subraye que buscaban «enfatizar el ritual de la reproducción de discos de vinilo», ya que una de las características más llamativa del PP-1 es que no tiene brazo fonocaptor. Colocar el brazo en su sitio y ajustarlo para la reproducción es parte del ritual de usar un tocadiscos, así que llaman la atención estas declaraciones.
Entonces, ¿cómo funciona el Waiting for Ideas PP-1? Según el fabricante, lo único que debemos hacer es colocar el vinilo boca abajo y pulsar al Play. La aguja está situada debajo del plato, protegida por una tapa que se abre cuando se coloca un disco sobre el mismo. Además, este mecanismo oculto también es capaz de detectar si se trata de un vinilo de 33 o 45 rpm (aunque no está claro si lo hace por el tamaño del vinilo o por los surcos reales).
En definitiva, Waiting for Ideas ha conseguido tomar la forma más minimalista de música analógica y destilarla aún más, reduciendo el vinilo a su esencia esencial como objeto físico colocado en un pedestal para ser adorado. El tocadiscos PP-1 cuenta con una salida de audio de 3,5 mm y un puerto USB-C. En cuanto a los altavoces, tienen una respuesta en frecuencia de 44 Hz a 20 kHz, una sensibilidad de 85 dB y un SPL máximo de 105 dB.
El nuevo tocadiscos Waiting for Ideas PP-1 ya está a la venta con un precio de 5.800 euros. También tienes disponible el pack del PP-1 con los altavoces, con un precio de 9.000 euros.