La espera ha sido eterna, pero por fin Microsoft nos ha sorprendido con su nueva consola de sobremesa. Hablamos de la Xbox Series X , la nueva solución del fabricante con sede en Redmond con el que pretende plantar cara a la esperada PS5. Y, hay que decir que razones no le faltan para convertirse en una de las mejores opciones a tener en cuenta a la hora de comprar un dispositivo de este tipo.
Sí, es cierto que todavía no sabemos casi nada de la Playstation 5, y Sony suele reinar en el mercado de las consolas de sobremesa. Pero, también es un hecho que el gigante americano quiere dar un golpe sobre la mesa. Y, su Xbox SerieS X será el principal exponente para convertirse en un verdadero bombazo en el mercado.
Una potencia sin límites: la Xbox Series X apunta muy alto
Microsoft ha querido que su consola sea un verdadero portento, por lo que ha incluido una potencia gráfica que permitirá ejecutar juegos con una calidad nunca vista hasta ahora. Para empezar, contará con un procesador personalizado basado en la última versión de Zen 2 y la arquitectura RDNA de AMD. A esto, súmale una memoria RAM GDDR6 de, como mínimo 32 GB. Junto con sistema Ray Tracing, Tecnología de sombreado de velocidad variable (Variable Rate Shading) y capacidad para mover juegos en resolución 4K a 60 FPS y 8K a 120 FPS.
Un SSD que evitará los tiempos de carga
Otro de los puntos fuertes de la Xbox Series X llega con su disco duro SSD. El gigante americano quiere eliminar los tiempos de carga, uno de los grandes problemas de juegos como Red Dead Redemption 2 o el exitoso GTA V. Y, a través de este componente, conseguiría que no tengamos que esperar más tiempo mientras se ejecutan los diferentes gráficos del escenario.
Diferentes versiones de Xbox
Aunque durante la presentación dieron a entender que la consola se llamaría Xbox Series X, finalmente no será así. El gigante con sede en Redmond ha confirmado recientemente, que su consola de sobremesa se llamará sencillamente Xbox. Entonces, ¿por qué el «series X»? Pues muy sencillo: habrá diferentes versiones de su nueva consola.
De esta manera, podremos comprar diferentes modelos en función de nuestras necesidades. Se espera que la Xbox más potente ronde los 500 euros, pero habrá una versión sin lector de discos y un poco menos de potencia que podría llegar por menos de 300 euros. Y es ideal para esos usuarios casual que buscan una consola para jugar de forma ocasional.
Si algo funciona, no lo toques
Una de las grandes bondades de las últimas consolas de Microsoft, es su mando. En una pugna eterna con los mandos de Playstation, nadie puede negar que la ergonomía de la solución americana es ideal para disfrutar de todo tipo de juegos. Y, la firma ha mostrado el mando de la nueva Xbox. Sí, para deleite de los posibles compradores, mantendrá el mismo diseño que el modelo anterior. Es cierto que en su interior contará con mejor tecnología, pero a nivel estético, disfrutaremos de la misma ergonomía.
Retrocompatibilidad con Xbox 360 y Xbox One
El movimiento más inteligente de Microsoft ha sido dotar a su Xbox Series X de retrocompatibilidad con las consolas anteriores. Una idea realmente inteligente por un sencillo motivo: cuando sale una consola al mercado su catálogo de juegos suele ser bastante limitado. Y la idea de poder disfrutar de los títulos de anteriores consolas en la nueva bestia del gigante americano (sumado a que su disco SSD eliminará los tiempos de carga) es un motivo a tener en cuenta a la hora de comprar esta consola. ¿Con qué nos sorprenderá Sony para plantar cara a su gran rival?